viernes, 13 de abril de 2012

Valle de Arán, el valle de los valles

El Valle de Arán debe ser un lugar de visita obligada para los amantes de la naturaleza, ya que, como su propio nombre indica, se trata del Valle de Valles[1], porque mientras el curso del río Garona se encarga de estructurar el valle principal, sus afluentes aportan otros valles laterales, que justifican su nombre.


Valle de Ruda (Por Javier Pardina (Flickr: La val del Ruda) [CC-BY-2.0 (www.creativecommons.org/licenses/by/2.0)]) 

La principales particularidades del Valle de Arán se la proporcionan tanto sus cimas de más de 2.000 metros con nieves perennes, así como el hecho de estar situado en la vertiente atlántica, con un nivel de precipitaciones elevado, lo que facilita la presencia de bellas cascadas como:

  • Salt d’Arbaet, salto de agua que se encuentra a mitad de camino de la pista asfaltada que una a Pontaut y San Juan de Toràn.
  • Los Ojos del Diablo o de Júpiter, es una cascada preciosa que surge como consecuencia de las aguas del deshielo del Aneto y que por tanto, es más espectacular coincidiendo con los meses en los que el hielo comienza a derretirse, abril y mayo. Se puede acceder por una pista asfaltada que surge desde Bordes, con excepción de los meses de invierno, por riesgo de aludes.

    Los ojos del Diablo o de Júpiter (Por Àlex (Trabajo propio) [CC-BY-SA-3.0 (www.creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0) undefined GFDL (www.gnu.org/copyleft/fdl.html)]) 
  •  Cascada de Molières, con las aguas procedentes del deshielo del Tuc de Molières (3010 metros). Se accede desde el sendero hacia el Valle de Molières, que nace en el borde sur del túnel de Viella. Es una zona especialmente rica en flora.
  • Saut deth Pish, con más de 12 metros de longitud, este salto de agua se abre paso a través de un paraje de gran belleza. Se accede a través de una pista asfaltada que comienzo en el Pont d’Arròs y que discurre paralela al río Varradòs.

Pero no solo las cascadas surgen como consecuencia del deshielo de los glaciares, esto también ha motivado la aparición de diversos e impresionantes lagos, situados en la mayoría de casos en el Pargue Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio, de gran valor biológico. Como es el caso del lago de Restanca, el Lac de Mar y el Circo glaciar de Colomés.

Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio (Por Sprok (Trabajo propio) [CC-BY-SA-3.0 (www.creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)
 Al margen del Parque Nacional, pero dentro del término del Valle de Arán, también se pueden visitar:
  • Estanque de Liat, al que se puede acceder en coche desde Pontaut y a pie, por Coma de Arbes y Coll de Guérri.
  •  Lagos de Baciver, acceso a pie desde el parking de Orri.
  • El Circo de Sabòredo, se puede acceder en coche desde Baqueira hasta el Pont de Locampo, el resto de camino debe hacerse a pie.

Otro de los atractivos que el Valle Arán ofrece a sus visitantes son sus frondosos y variados bosques, entre los que destacan los siguientes: 

  • Bosque de Carlac: característico por sus hayas milenarias. En Bausén se puede iniciar y terminar una ruta que te permite disfrutar de todos los detalles de este incomparable paraje.
  • Portilhon: bosque de abetos y árboles de hoja caduca. Tiene su punto más alto en el Còth de Barretja desde el que se pueden disfrutar de magníficas vistas de  Bòssost y el bajo Aran.
  • Bosque de Varicauba: con fácil acceso desde Gausac, Es Bòrdes y Aubèrt.
  • Montgarri: bosque formado por abetos y pinos negros. Se puede acceder en 4x4 o a pie, a través del GR-211, que tiene su punto de partida en el parking del Plan de Verte.
  • Bosque de Conangles: espectacular bosque de hayas y abetos, regado por las aguas del río Noguera Ribagorzana. Se puede acceder al que es uno de los bosques más importantes de la Península Ibérica desde el refugio de Conangles y desde un sendero que surge por encima del hospital de Viella. 


[1] Aran, procede de la palabra haran del euskera antiguo, que significa valle